La Educación Ambiental, como parte de la educación ciudadana, contribuye a la promoción de políticas de desarrollo sostenibles, entendido por esto un desarrollo que satisfaga las necesidades del presente, sin comprometer la posibilidad de las futuras generaciones para resolver sus propias necesidades. Por lo tanto, el tratamiento de problemas ambientales, debe tender a la toma de conciencia acerca del accionar humano y su incidencia en los desequilibrios que amenazan la continuidad de la vida en el planeta.

Se propone un tratamiento conjunto e integrado de la realidad natural y social en el abordaje de los problemas ambientales y de su impacto en la preservación de los recursos naturales de nuestro planeta. En este sentido, la Educación Ambiental plantea a la Ecología como concepto estructural para organizar los conocimientos del área de las Ciencias Naturales y de las problemáticas ambientales en el planeta tierra: contaminación, recalentamiento, degradación de los suelos, pérdida de la biodiversidad. El estudio del hecho ambiental requiere una posición reflexiva, crítica y constructiva que introduzca actitudes hacia la cooperación, la solidaridad y hacia la ética del compromiso.

El análisis crítico de propuestas y experiencias pedagógicas permiten pensar las particularidades del objeto a enseñar, concebido a lo ambiental en un sentido amplio, desde una perspectiva transversal, problemática, integral y compleja.